Creemos fundamental comenzar a discutir las medidas que se imponen en Tartagal.
En particular hay que reconocer la influencia de los desmontes en el problema, pues sin este reconocimiento todo lo que se haga será inútil. Las aguas de la inundación bajaban llenas de árboles provenientes de los desmontes de la zona. No ver, callar, es criminal. Más allá del principio de precaución, que rige en este tipo de cuestiones ambientales y que indica que ante la duda hay que proteger, es evidente que desmontar cerca de ríos y en tierras de alta pendiente es un grave disparate, y esto lo permite la nueva ley de desmontes promulgada por esta gestión.
LA LEY DE DESMONTES DEBE SER DEROGADA.
Por otro lado hay que buscar los recursos necesarios para reconstruir Tartagal y para solucionar de una vez por todos los problemas de pobreza endémica de la zona. Pobreza que es el resultado directo de la política de privatizaciones petroleras. Esta política del Menem-Romerismo transformó a una zona pujante y rica en una zona pobre. Hoy por hoy los recursos petroleros son Provinciales y su manejo responsabilidad de las Provincias. Así como Bolivia y Venezuela recuperaron la soberanía petrolera, Salte debe hacer lo propio. En el nuevo contexto de precios, es absurdo cobrar pobrísimas regalías. Estas deben ser incrementadas, los contratos renegociados y la renta pedtrolera debe derivarse a la zona y no a fondos especulativos, como el “Salta Hidrocarbon Fund Trust”,
DEBEMOS INCREMENTAR Y RECUPERAR LA RENTA PETROLEA, y CON ELLA CREAR UNA CUENTA ESPECIFICA PARA EL DESARROLLO DE LA ZONA
Con estas dos medidas tendremos una base razonable para planificar un nuevo futuro para San Martín.
Diego Saravia
Frente 28 para el Cambio
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